Ayer me quedé colgada con el recuerdo del espectáculo de Leandre. Y no me salía nada más aunque hay más que contar, porque el programa de Arca seguía su curso este día. Claro, siempre está la opción de retirarse cuando uno tiene la sensación de saciedad. Pero luego, recordando el próximo invierno largo que seguro llegará, uno sigue adelante. Como las vacas, comiendo, comiendo mientras hay hierba fresca, y luego rumiendo que re lo que ahora hago.
En fin, después de „Chez Leandre“, casi sin tiempo de desplegar en condiciones las piernas y volver a adoptar una postura minimalista que perite estar en una de las primeras líneas de espectadores de menor tamaño, tocaba „Mercí bien“ del grupo catalán MUMUSIC CIRCUS.
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Mezcla de música en directo (siempre se agradece), acrobacia, mástil chino….. Bueno, se me hizo un poco lento, a ratos, y las expectativas que sucitó en mí la plataforma en la que terminó el mástil chino no se vieron cumplidos.
Hay otro factor en el juego de las emociones, valoraciones y opiniones, que es el contexto programático, es decir, el antes y después de la actuación de cada artista, que ciertamente influye en la predisposición del público. Vuelvo a recordar otro ARCA, no sé si el mismo de 2009, que me gustó tanto por varios motivos, o el de 2008, en el que un grupo de clowns italiano (Teatro Necesario) se había equivocado de ciudad y en vez de llegar a Aguilar de Campoo a la hora prevista, se encontraró en Aguilar de Campos buscando el festival… En fin, estrés, risas, agobio y emoción, cambios de programación y cruzamiento de dedos, todo eso el último día del festivl. Pués cuando llegaron, con la adrenalina a tope y la gente expectante, evidentemente tenían todo a su favor para arrasar como arrasaron (a parte de que realmente era un buen espectáculo, pero en otor contexto quizá hubiera „funcionado“ de otra manera).
Hablando de ello, echando la vista atrás y comparando ésta con las ediciones de ARCA que hemos podido disfrutar desde que vivimos aquí (por muy odiosas que sean las comparaciones sirven para relativizar y reordenar), sí que hay cosas que me llaman la atención, algunos son meros detalles: por ejemplo, el hecho de que en el programa de mano de 2009 venían el contacto de contratación para cada grupo o artista, lo cual, en tiempos de anhelada transparencia es un punto bueno, porque enseña un poco más allá de lo que se ve en la calle de cómo funciona cada grupo/artista, si es freelance, si tiene una agencia que lo pro-mueve, si hay agecias que acaparan porcentajes importantes de la programación y porqué…. En fin, una ojeada a las „entrañas“ del festival que a veces resulta interesante.
Pero no es este el único aspecto por el que me gustó especialmente, sino porque en 2009 se abrió la programación a otras prouestas musicales y de arte callejero, que me parecían indicar un vuelco muy interesante. Había graffiteros, había DJ’s, en fin, había un espacio que enseñaba al público otro concepto de arte callejero con propuestas frescas, diferentes…. Me gustó laa „ocupación“ temporal de la ciudad, el que se extendieran los espacios de intervención artística más allá de la plaza, icluso más allá del Parque de San Roque, que creo que es un espacio muy a tener en cuenta para el festival y para las actividades culturales en general….
Había premio de público con votación, había jurado jóven….. Cosas que sigo echando de menos. Tiempos pasados….
En 2011 terminó el segundo día del Festival en el Polideportivo, con el Espectáculo „La gran boda“, del CIRKUS KLEZMER, un grupo de músicos, actores humorísticos, malabaristas, acróbatas de Nueva Zelanda, Alemania, Inglaterra, Argentina, España……. No he sacado fotos porque en los espacios interiores me cuesta sentirme con la libertad de retratar sin molestar. Habrá fotos en Internet, porque el espectáculo lleva tiempo encima de los escenarios. Como el año pasado, era una propuesta circense con un cuidado y complejo decorado, esta vez de un pueblo judío, en la que existe un hilo narrador (la boda) que une los diferentes números de malabares y acrobacias. Estaban bien medidos los tiempos, estaban bien los números cicrenses, estaba bien el ingrediente cómico y, al menos a mí me encanta la música Klezmer. Lo disfruté, salí encantada, hasta que compré un CD y el día siguiente lo escuché recordando el espectáculo. Ahora que vuelvo a masticar la bola, como a buena vaca compete, lo coloco más bien en un escalón medio-alto. Porque claro, siendome fiel, con toda la parafernalia (económica y espacial) parece un espectáculo que invita a ser colocado en espacios interiores para „curarse en salud“ (la noche en la que acuaron en Aguilar iluminaron los rayos las ventanas del polideportivo y cayó lo suyo). Me viene a la mente otro espectáculo parecido del grupo ROLA BOLA, quizá más humilde pero no menos encantador, que se instaló en la plaza, que tuvo que suspenderse y la companía tuvo el detalle de quedarse un día más, demosntar por la noche, montar por la mañana y hacer la actuación el día siguiente en el polideportivo. Pero lo intentaron. Porque sí, porque es un espectáculo de calle, porque habl de lo que pasa en la plaza, y además el espectáculo se llamaba „Plácidos Domingos“…. ¡Qué odiosas son las comparaciones!
En fin, el segundo día de ARCA 2011 terminó con muy, muy buen sabor de boca. Incluso para una rumianta como yo!!! Mañana el día 3. Y me iré al otro blog, el del KUKUprojekt, para contaros nuestro espectáculo callejero particular, y el otro „pradero“ colectivo. Ciao.
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PD: Le voy a poner a la entrada la categoría de „opinión“.
