Del mismo librito de poemas en torno al rojo „rote gedichte“ de la editorial alemana „reclam“ uno que me gusta mucho, es de Erich Kästner y trata de las manos de una lavandera. Si me animo, lo traduzco caseramente al final de la entrada:
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Hinweis auf die Hände einer Waschfrau
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Es gibt berühmtere Hände,
uns schönere gibt es auch.
Die Hände die Sie hier sehen,
sind für den Hausgebrauch.
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Sie kennen nicht Lack noch Feile.
Sie spielten noch nie Klavier.
Sie sind nicht zum Vergnügen,
sondern zum Waschen hier.
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Sie waschen nicht nur einander,
sie waschen mit grossem Fleiss
die Wäsche, die andere trugen,
mühselig wieder weiss.
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sie duften nicht nach Lavendel,
sondern nach Lauge und Chlor.
Sie wringen und rumpeln undschuften
und fürchten sich nicht davor.
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Sie wurden rot und rissig.
Sie wurden fühllos und rauh.
Und wenn sie jemanden streicheln,
streicheln sie ungenau.
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Es gibt berühmtere Hände,
und schönere gibt es auch.
Die Hände, die Sie hier sehen,
sind nur für den Hausgebrauch.
Erich Kästner
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Observaciones acerca de las manos de una lavandera
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Hay manos más famosas,
y más hermosas también.
Las manos que aquí ve
son manos para uso doméstico.
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No conocen ni esmalte ni lima,
no tocaron el piano jamás.
No están para divertirse,
sino para lavar.
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No sólo se lavan mutuamente,
lavan con gran dedicación
la ropa, que otros llevaron,
fatigosas hasta devolverla el blanco.
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No huelen a lavanda,
sino a lejía y cloro.
Escurren, traquetean y se afanan
y nada de ello les asusta.
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Se volvieron rojas y agrietadas.
Se volvieron insensibles y ásperos.
Y cuando acarician a alguién
acarician sin precisión.
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Hay manos más famosas,
y más hermosas también.
Las manos que aquí ve
son manos para uso doméstico.
Erich Kästner
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