Neeeee, eigentlich müßte es eher Aguilar de Campoo, Reinosa, San Vitores, Abiada heißen….. Vier Tage lang war ich dort und habe mich von hilfreichen Händen, offenen Armen und großzügigen Herzen aufgefangen gefühlt. Etwas, was die Anstrengungen und die Enttäuschungen aufwägt, die uns diese etwas über zehn Jahre gebracht haben, in denen wir an der nördlichen Peripherie der immensen Autonomen Gemeinschaft versuchten, unsere kleine Nische zu finden. Und vor allem das Wissen darum, dass sie immer „bereit“ sein werden.
Bueeeeeeno, en realidad debería decir más bien Aguilar de Campoo, Reinosa, San Vitores, Abiada……. Cuatro días he estado ahí y me he encontrado con brazos abiertos, manos amigas y corazones generosos. Algo que compensa con creces toda la fatiga, el esfuerzo y el desencanto que experimentamos a lo largo de los algo más de diez años en los que intentamos hacernos hueco en la sociedad que habita en esta zona periférica norteña de una inmensa Comunidad Autónoma, y que sabemos que siempre podremos contar con ellos, porque estarán ahí para recibirnos.