momentum interruptus

A veces lo digo en broma, pero tiene mucho que ver con la vida cotidiana de una persona que teje….. aceptar las interrupciones, no solo las que se producen por necesidad a lo largo de un proceso de elaboración extenso en el tiempo, sino también las que hay inherentes al trabajo en el telar.

lineas-página001En la elaboración de tapices no trabajamos sobre un fondo consistente; tenemos la urdimbre, los hilos verticales que nos sirven de esqueleto y, llenando los espacios vacíos entre ellos con la trama, construimos fondo y  motivo a la vez. Eso implica que en la elaboración del tejido nos vemos obligados a guardar un determinado ritmo de construcción (para garantizar la solidez del tejido, si es que queremos tener un tejido sólido y continuado) que no siempre y no necesariamente coincide con el trazado de las formas y el sentido en el que aumentan o merman.

Cuando una forma necesita crecer, puede hacerlo solo si dispone de un „fundamento“ que lo soporta. El dibujo me permite hacerlo sin ninguna limitación direccional, solo cuenta el tamaño del pliego de material sobre el que se trabaja, e incluso éste se puede aumentar o reducir a posteriori. En el telar no es así. Y eso nos lleva muchas veces al „momentum interruptus“ que por muy frustrante que resulta a veces, tiene cierto encanto para el alma de tejedor/a, enamorado de la lentitud.

Para explicar lo que quiero contaros: Llevo tres días centrada en el pie y la pierna del cuerpo humano del tapiz, y justo cuando me siento totalmente inmersa en su construcción, cuando los ritmos de cambio de tonalidades se hacen casi sin pensar, cuando todo fluye y te embarga esta sensación de poder dejarte llevar, justo en este momento llego a un punto en el que, para poder seguir con la pierna de la mujer, debería antes terminar la zarpa de la bestia, y para poder hacer la zarpa de la bestia debería tejer antes la rodilla de la mujer, pero para poder tejer la rodilla necesito que esté hecho el fondo, que solo se puede tejer si antes está el colmillo, que no se puede tejer hasta que no esté el borde del hocico, que precisa…… Y con esto me he ido de la parte derecha del tapiz casi al extremo de la izquierda, y eso que el tapiz solo mide 1,50 m. Ni imaginarme quiero todo lo que puede haber „por medio“ en un tapiz de 3 metros de ancho/alto.  ¿A que tiene su ‚encanto‘?

Total, hay una posibilidad, y en los tapices lo podemos contemplar si nos fijamos: es la de crear lineas imaginarias que dividen en diagonal una determinada forma, para no tejerla de una tanda sino entenderla parcialmente como fondo o fundamento para otra, a cuya construcción ininterrumpida en este momento otorgamos mayor prioridad. Eso depende de cada tejedor/a. En la foto de arriba he marcado esta linea mágica en negro. Me podría servir para llevar el trabajo en la pantorrilla de la mujer hasta la corva.

Debo tener una venita „masoquista“. Aceptaré el „momentum interruptus“ para pasarme al hombro y la pata delantera de la bestia, que además me está pareciendo cada vez más humanamente corporal.

Dieser Beitrag wurde unter arte, bildwirkereien, biografía, biografie, desnudo, frauen, kunst, mujeres, tapices, tapiz, tapiz narrativo, teppiche veröffentlicht. Setze ein Lesezeichen auf den Permalink.

Schreibe einen Kommentar

Deine E-Mail-Adresse wird nicht veröffentlicht. Erforderliche Felder sind mit * markiert