Quiero pensar que el hecho de haber hablado en clase de conocimiento del medio del cíclo del agua no tiene nada, pero que nada que ver con lo que ha caído estos días. Pero que nada en ABSOLUTO!!!!
Sin embargo, ha sido lo que inspiró a Uli a escribir este cuento con el que se estrenó en el ruedo de los consursos literarios e inauguró su palmarés de premios.
Yo, por descontado, ni sé dónde meter tanto orgullo de madre. De momento lo vuelco aquí, habrá tiempos futuros en los que Ulises se independizará también virtualmente. Hasta entonces:
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El viaje de Chaf-Chaf
Hola, me llamo Chaf-Chaf. Vivo en la superficie del mar y las olas me columpian mientras tomo el sol.
Hoy hace mucho calor y estoy con mi amigo Chuf-Chuf. Estamos tan a gustito cuando, de repente, muchas gotitas se elevan y entonces noto como yo también lo hago. Y cada vez veo mi hogar, el mar, más y más lejos, hasta que lo pierdo de vista.
Alrededor de mí hay millones -¡trillones!- de gotitas de agua. Después de varios días una gotita grita: ¡Mirad, mirad! Pocos la oyen y acuden donde está y entonces, delante de mis ojos se eleva una gigantesca montaña. Muy sorprendido bajo en picado, me miro y … ¡He cambiado de aspecto! ¡Soy blanco! Empiezo a sentir frío y no me puedo mover. No puedo hacer nada. Paso un vértigo horrible hasta que, de pronto, siento que la caída se detiene y me quedo encima de un murete de piedra. Miro alrededor y veo a otros muchos compañeros que se han convertido en copos de nieve. Todos juntos hacemos un manto blanco y blandito que brilla al sol. Me voy acostumbrando a ser un copo de nieve, que también tiene su ventaja: ya no somos iguales, cada uno es una estrellita diferente.
Un día noto como un niño me coge, junto a otros muchos copos, y me estruja hasta que casi no puedo respirar, y cuando pienso que ha llegado mi fin, el niño nos lanza por el aire. Volamos a velocidad de 100 por hora hasta que nos estrellamos contra un muro. La peor parte se la llevan los compañeros que están debajo de mí. Se han quedado totalmente aplastados. Ahí nos quedamos hasta la mañana siguiente, sin poder dormir. Nada más salir el sol noto como, poco a poco, recuperamos nuestra forma de gotita y bajamos hasta el suelo y formamos un pequeño charco.
De nuevo, sin que me pueda resistir, me encuentro de viaje hacia el cielo. Otras gotas ya han llegado y … ¡Es fantástico! ¡Si me muevo hacia un lado soy rojo, y si lo hago hacia el otro, morado! Pero caigo y de nuevo soy aburridísimamente transparente como siempre he sido.
Llego a un río, nado y nado y … ¡Ay! Me choco por segunda vez contra un muro. Buceo un poco y encuentro una compuerta a punto de cerrarse. Pero escapo en el último momento.
Me dejo arrastrar y cuando paso por una ciudad, al salir, me viene toda una avalancha de gotas de no-sé-qué encima: malolientes y de todos los colores posibles. Lo único que sé es que agua no es. Así que me precipito a cruzar por en medio de las hermosas truchas que nadan en grupos deeee… ¡No hay tiempo que perder! Sigo a toda prisa hasta que pierdo de vista los dos lados del río. ¡Yuhuuu! ¡Estoy otra vez en el mar! He vuelto a casa.
de ULISES SÁNCHEZ MILDE
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A mí ME GUSTA!!! Pero claro, eso no cuenta porque soy su madre.
Gracias a la gente der la Asociación „Virgulilla“ por organizar y llevar a cabo esta programación en torno al libro y la lectura, los cuentos y la imaginación. Gracias a todas las personas que apoyan de una u otra forma esta iniciativa.
Aquí el enlace al blog de la biblioteca, para que veáis el palmares, pero también para que os hagáis seguidores y estéis infoemados de todo lo que se cuece entre estas cuatro paredes llenas de libros y pasión por la lectura y la cultura.
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Es genial Andrea, …. Enhorabuena por unos hijos tan majetes….
Como para no estar orgullosa, Andrea!!!! Me ha encantado, merecido premio, sin duda. Está claro que tenemos un escritor en potencia… Enhorabuena enooooooooooooorme para Ulises 😉
Fíjate que yo pienso que va más para ilustrador…. pero está bien poder abordar las dos cosas a la vez….. Le daré un abrazo de tu parte. A ver si nos vemos.