Manchmal spürt man sie besonders. Ein irritierendes Gefühl. Nicht wirklich negativ, nicht wirklich störend, eben bittersüss, wie die Wermutstropfen halt so sind.
Wir haben es nicht geschafft, in das Tal von Tosande zu fahren, wie wir es eigentlich beabsichtigt hatten. Aber in Recuervas waren wir, da, wo Lea immer Klettern gegangen ist. Vielleicht habe ich sie deshalb an diesem Tag ganz besonders oder auf eine ganz besondere Art vermisst.
Hay veces que se siente más que otras. Una sensación irritante. No es verdaderamente negativa, no es realmente molesta; es agridulce, como suelen ser las gotas del vermú.
No hemos conseguido hacer la excursión al Valle de Tosande, tal como teníamos previsto. Pero nos hemos ido a Recuevas, donde Lea solía ir a escalar. Quizá es por ello por lo que ese día sentí su ausencias más que otras veces, o de una forma muy particular.
Quizá, porque todo lo demás seguía siendo igual: el nudo en la cuerda, el pueblo, la roca, la piedra e incluso el petirrojo estaba donde siempre solía estar……
Vielleicht, weil alles andere so war wie immer: der Knoten im Seil, das Dorf, die Felsen, der Stein, sogar das Rotkehlchen war da, wo es immer ist….
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Ánimo Andrea, que son unos kilómetros de nada y en el ciberespacio no hay distancias 😉
Eladio, Románico, El Tranco de la Gallina, ¿Pórtico? y El Calvario de la Mona… cómo molan Recuevas y Gama ¿eh?
Un saludo, casualmente he escrito a Lea esta mañana, vaya, ya queda menos para Navidades Andrea…
¡Un abrazo!