die langsamkeit der seele / la lentitud del alma

Vor langer Zeit habe ich eine indische Geschichte gelesen, die mir heute wieder in den Sinn gekommen ist, vielleicht weil sie mit Flughäfen zu tun hat und ich am Freitag zwei Stunden dort gewartet und die Zeit damit verbracht habe, zuzusehen, wie unterschiedlich wir uns verhalten, wenn wir aus der automatischen Schiebetür herauskommen, müde, erwartungsvoll, genervt oder in welchem Gemütszustand auch immer, und uns einer Wand von freudigen,  bekannten oder unbekannten, auf alle Fälle aber wartenden Gesichterne gegenüber sehen. Da gibt es diejenigen, die darüber den  Hintergrund nach Weiterreiseauskunft absuchen (U-Bahn oder Taxi oder Bus), oder die, die wissen, dass sie abgeholt werden und nach ihrem Namen auf eine  Blatt in der Hand eines Hotel- oder Firmenangestellten suchen, oder diejenigen, die raschen Schrittes ohne ihrer Umgebung weitere Beachtung zu schenken ihren Weg Fortsetzen, oder die, die glücklich jemand anderem in die Arme fallen…..

Hace bastante tiempo, leí un cuento hindú, del que hoy me acordé. Quizá porque tiene que ver con aeropuertos y el viernes me pasé las dos horas de espera en Barajas  observando el comportamiento de la gente al salir de las puertas automáticas una vez recogido su equipaje: cansado, expectante, cabreado o en cualquiera que fuese su estado de ánimo, teniendo en frente un muro de caras alegres, conocidas o no, pero siempre caras „esperantes“. Están los que miran por encima de este muro buscando al fondo información acerca de cómo continuar el viaje (en metro, o taxi o autobús); o aquellos que saben que alguien les recogerá y buscan su nombre en un papel A4 en manos de un empleado de algún hotel o alguna empresa; o los que con paso firme, si hacer caso a lo que les rodea siguen su camino; o los que rebosantes de felicidad caen en los brazos de quien los recibe…..

En fin, el cuento iba de un hindú quién, recién aterrizado su avión en el aeropuerto de destino, en vez de dirigir sus pasos decididamente hacia la salida, se sentó en un banco a esperar. Nadie se percató de lo particular de esta actitud hasta el tercer día. Al cuarto, un mozo se acercó y le preguntó que a qué estaba esperando. Y decía: A mi alma. Mi cuerpo ha viajado tan rápido en el avión que tengo que esperar a mi alma para que se vuelva a unir con él.

Die Geschichte handelte von einem Inder der, gerade aus dem gelandeten Flugzeug gestiegen, seine Schritte nicht, wie alle anderen, entschlossen ihrem Ziel entgegensteuerte, sonden sich auf eine Bank setzte und wartete. Niemandem fiel anfangs dies seltsame Verhalten auf, bis sich ihm am vierten Tag schliesslich ein junger Mann vom Bodenpersonal näherte und fragte, worauf er denn warte. Da antwortete er: Auf meine Seele. Mein Körper ist im Flugzeug so schnell gereist, dass ich auf meine Seele warten muss, damit sie sich wieder mit ihm vereint.

An Tagen wie dem heutigen kann ich das gut mit-empfinden. Wenn ich nach einer selbst kurzen Reise (in Zeit und  Entfernung) wie dieser wieder in die alltägliche Umgebung komme, geschieht es mir oft, und heute war dem so, dass die Flut der Erlebnisse mir nicht in die Zeitspanne zu passen scheint, die hier vergangen ist. So wie wenn die Gefühlszeit nicht mit der Realzeit überein zu bringen ist. Ein irritierender Zustand seelischer Langsamkeit, bei dem nur Warten hilft. Warten, dass er vorbei geht, Warten dass etwas wieder zusammen kommt.

En días como hoy me sumo a este sentimiento. Si después de un breve viaje como éste (en tiempo y distancia) vuelvo a la cotidianidad, me pasa a menudo, y hoy no ha sido una excepción, que la avalancha de acontecimientos  vividos no parece tener cabida en el lapso de tiempo que aquí ha pasado. Como si el tiempo emocional no se pudiera hacer coincidir con el tiempo real. Un irritante estado de lentitud del alma, en el que no queda otra que esperar. Esperar que pase, esperar que algo se una nuevamente.

Quiza por ello siempre me he considerado una persona lenta.

Mag sein, dass ich mich deshalb immer als eine langsame Person empfinde.

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1 Antwort zu die langsamkeit der seele / la lentitud del alma

  1. diana sagt:

    el alma está en el cerebro, me río..es el título de un libro que me regalaron, del que leí el primer capítulo y no consigo seguir. El otro día le pregunté a Balta, dónde estaba ,para él, el alma. Me dijo : es como un vientito que nos acompaña, como un aliento digamos, que va donde vamos nosotros.
    Entre las dos definiciones me quedo con la de Balta. Pero el avión vuela más rápido que nuestro aliento, o que el vientito, no?

    Yo también , a veces, me siento como si mi alma estuviera en otra parte, en otro lugar, me siento des-almada…ja… una porquería de persona
    te abrazo

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