Ich bin mir nicht sicher, ob die Städteplaner, Architekten und Polizisten, die Hausmeister und sonstigen mit der Ordnung und Instandhaltung öffentlicher Gebäude, Anlagen und Einrichtungen betrauten Personen ebenso davon angetan sind, wie ich. Ich vermute eher, dass sie es störend finden oder sogar als be-schädigend bezeichnen würden. Ich fand es schlichtweg faszinierend:
Vor ein paar Tagen sind wir nach Burgos gefahren, um ein wenig Strassentheater zu gucken und eins der Feuerwerke zu geniessen, die an dem Wettbewerb teilnehmen, der jedes Jahr im Rahmen des Stadtfestes San Juan und San Pedro organisiert wird. Wir hatten nicht viel Glück: das Strassenakrobatenzirkustheater auf der Plaza Mayor war schlecht organisiert, woran die Zirkusleute keine Schuld hatten, was aber mein Gemüt so sehr aufgebracht hatte, dass ich der eher schwachen Vorstellung wenig abgewinnen konnte. Und das Feuerwerk war wunderbar, aber weit weg, weil wir nicht darauf geachtet hatten, dass es an einer anderen Stelle stattfinden würde und gewohnheitsgemäss zur Burg hinaufgestiegen waren.
No las tengo todas conmigo si los urbanistas, los arquitectos, los policías y demás personal encargado del orden y mantenimiento de edificios, espacios y mobiliario urbano en una gran ciudad lo disfrutaran tanto como yo. Más bien quiero suponer que les molestaría y que lo calificarían como „dañino“. A mí, sencillamente, me fascinó:
Hace algunos días, nos fuimos a Burgos para ver alguno de los espectáculos de teatro-circo, y alguna sesión de fuegos artificiales que se organizan cada año dentro del marco del programa de las Fiestas de San Juan y San Pedro. No tuvimos mucha suerte este día: el espectáculo en la Plaza Mayor estaba mal organizado, de lo cual, evidentemente, el grupo de actores-malabaristas-acróbatas no tenía la culpa, pero tengo que reconocer que el cabreo que me llevé influyó en mi predisposición para ver el espectáculo, de por sí más bien tirando a flojo, con ojos más benévolos (y no era la única en el público). Y los fuegos artificiales eran muy bonitos, pero los vimos en versión miniatura, de muy lejos, porque no nos habíamos percatado que los iban a hacer en otro lugar de la periferia de Burgos y habíamos subido, como de costumbre, al castillo para verlos desde ahí.
Aber auf dem Weg dorthin sind wir einer Gruppe junger Männer begegnet, die hinter der Kathedrale ein urban-ensemble in Gymnastikgeräte umfunktioniert hatte und mich so faszinierte, dass ich ihnen bei ihren Srpung- und Kletterversuchen stundenlang hätte zusehen können. Dabei ging es um etwas vergleichbares wie Weitsprung aus dem Stand, vom Sockel einer der Kathedralensäule über einen 3-4 Meter breiten Graben, bis zum Gelände auf der anderen Seite, oder einem Weitsprung mit kurzem Anlauf über einen keilförmigen Infostein im Boden als improvisierte Rampe, bis hin zu einem 5 Meter entfernten und ca. in 1,50 m Höhe befindlichen mittelalterlich anmutenden Fenstergitter. Die letzte Disziplin war Senkrechtklettern an den Strassenlaternen und Bodenübungen auf den Steinplatten der Fussgängerzone: urban-gym.
De camino al castillo nos encontramos con un grupo de chavales, que detrás de la catedral había convertido un ensemble urbano en aparatos de gimnasia y me quedé tan fascinada de sus ejercicios de salto y escalada, que me podía haber quedado horas viéndoles. Se trataba de una especie de salto de longitud „a secas“, desde el zócalo de una de las columnas de la catedral hasta la barandilla de seguridad que separa la zanja existente de entre 3 y 4 m de ancho de la zona peatonal; y otro, esta vez con carrera para tomar impulso, donde una piedra cuña informativa sobre el edificio en cuestión sirvió de rampa para dar un salto de aproximadamente 5 metros hasta una reja de hierro forjado al estilo medieval que protegía una de las ventanas del edificio a 1,50 m de altura; además de escalada vertical en mástiles de farolas y ejercicios múltiples de suelo sobre las baldosas de la zona peatonal: urban-gym.
Wahrscheinlich ist es gar nichts Neues, nur hatte ich es bisher noch nicht gesehen. Es erinnerte mich an die Plaza Colon in Madrid und die Skateboarder die dort stundenlang versuchten, irgendeinen Sprung auf die Reihe zu kriegen und konzentriert übten, respektvoll den Erklärungen und Vorführungen derer zuhörten und -sahen, die diesen Sprung schon konnten und diszipliniert warteten, bis sie an der Reihe waren. So eine bedachte Vorgehensweise hab ich nur beim Klettern wiedergefunden.
Supongo que no es nada nuevo, pero yo no lo había visto antes. Me recordaba a la Plaza Colón en Madrid y los skateboarder que se pasaron horas y horas intentando un determinado salto, con la máxima concentración, escuchando y observando con respeto a aquellos que ya lo conseguían, y esperando disciplinadamente hasta que les tocaba el turno. Una forma de actuar así de pausada solo la he vuelto a encontrar en la escalada cuando acompaño a Lea.