Als wir noch in Madrid wohnten, war der Ausdruck „agudeza visual“, eigentlich Sehschärfe, aber übertragen so etwas ähnliches wie „Scharfsinn“, ein geflügeltes Wort zwischen uns. Wir benutzten es immer dann, wenn wir etwas taten, von dem wir wissentlich im Irrtum meinten, dass nur wenige auf dieselbe Idee kommen würden, um dann festzustellen, dass wir Recht im Irrtum hatten, und weder die einzigen waren, die so dachten, noch die Idee hatten oder das gleiche taten, d.h., wenn wir mitten im Stau steckten oder uns in einer Schlange die Beine in den Bauch standen. Ein Beispiel: „El País“ veröffentlichte eine zeitlang Vorschläge für Wochenend-Tagesausflüge in die nähere Umgebung von Madrid, sozusagen „Geheimtipps“ für die Naherholung. Am Anfang hab ich die sogar aufgehoben. Irgendwann haben wir uns mal mit Freunden verabredet und weil wir nicht wussten wohin, erlagen wir der „agudeza visual“, sind der Wegbeschreibung der Tageszeitung gefolgt und sahen uns auf einem sonst sicherlich wunderbar einsamen Wanderweg mit zig-Schiksalsgefährten Staubwolken aufwirbeln. Als ich wieder daheim war, hab ich alle Zeitungsausschnitte weggeworfen und mir geschworen……. Nun, Karfreitag sind wir in Aranjuez wagemutig ins Auto gestiegen, um in das Herz der spanischen Hauptstadt zu fahren, etwas, was uns sonst nie in den Sinn gekommen wäre, weder in den sehenden noch in den scharfen. Einer der vielen Pläne: der Besuch einer Ausstellung mit Werken französicher Impressionisten. Problemloses Parken bei Neptun, Zebrastreifen bei Cibeles, trügerisch wenig Leute unterwegs, bis wir in die Nähe von Colón kamen…… und da standen sie, in einer selbst für Sehscharfe unüberschaubaren Zweierschlange, die sich an manchen Stellen sogar zur Gruppenschlange verdickte.
Wir liessen die Impressionisten Impressionisten sein und wanderten zu den Wächtern zurück.
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Cuando aún vivíamos en Madrid, lo de la „agudeza visual“ era una expresión de uso frecuente entre nosotros, que dio lugar a muchas risas. Solíamos utilizarla cuando hacíamos algo sospechando que el pensamiento de que poca gente iba a tener la misma idea, era equivocado, para descubrir que teníamos razón en la equivocación y ni eramos los únicos, que pensamos así, ni los únicos que habíamos tenido la idea, es decir: cuando nos había pillado el atasco, cuando las masas nos empujaban en el andén del metro, o cuando nos aburriamos de esperar en una cola kilométrica. Un ejemplo: „El País“ publicaba hace tiempo propuestas para pequeñas excursiones a rincones „escondidos“ en las proximidades de Madrid. Al principio las recortaba y las guardaba. Hasta que un día quedamos con amigos y como no sabíamos muy bien a dónde ir, caímos en la trampa de la „agudeza visual“, y nos veíamos de pronto recorrer una senda que el resto de la semana seguramente gozaba del silencio y de la soledad propia de los rincones escondidos, en procesión con inumerables compañeros de destino envolviendonos poco a poco en una potente nube de polvo, como intentando anular la agudeza visual. Nada más volver a casa tiré todos los recortes y me juré……. En fin, Viernes Santo subimos en Aranjuez al coche para desplazarnos al corazón de la capital de España, cosa que en otro momento ni nos hubiera cruzado por la cabeza. Uno de los planes: ver una exposición de obras de impresionistas franceses. Sin problema alguno encontramos aparcamento cerca de Neptuno, cruzamos Recoletos sin agobios en Cibeles, sospechosamente poca gente en la calle, hasta que nos acercamos a Colón…… ahí estában, en una cola visiblemente más larga de los que nuestra agudeza nos hubiera hecho sospechar.
Dejamos los impresionistas y volvimos a los guardianes:
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Obra de Xavier Mascaró (más en su página) expuesta en el Paseo de Recoletos de Madrid
Das Werk von Xavier Mascaró (mehr über ihn auf seiner website), im Paseo de Recoletos zwischen der Nationalbibliothek und Cibeles.
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Ich kannte diesen in Paris geborenen und in New York lebenden Künstler bisher nicht und habe mich sehr über diesen „Fund „gefreut. Die aus mehreren Gusseisenteilen zusammengesetzten Figuren beeindrucken durch ihre Mächtigkeit, und gleichzeitig vermittelt ihre fast Lotussitz-artige Stellung etwas von Besonnenheit, vielleicht sogar Besinnlichkeit , und nimmt dem Eisen seine Schwere. Was mögen sie bewachen? Hoffentlich die Brieftaschen aller staunender Touristen, denn zwischen den Vorübergehenden befand sich mehr als ein recht zwielichtige Unterschriftenlisten vor sich hinhaltender Jugendlicher, dessen unverfrorener Blick nichts Gutes ahnen liess.
No conocía este artista, nacido en París y residente en Nueva York, y me alegró este „encuentro“ fortuito. Estas figuras compuestas de varias piezas de hierro fundido impresionan por su poderío y grandeza, y a la vez transmiten serenidad, quizá incluso un aire meditativo gracias a su postura que recuerda a la del lotus, y convierte el hierro en algo más ligero. ¿Qué guardarán, qué cuidarán? Esperemos que las carteras de los turistas atónitos, pues entre los transeúntes se encontraba más de un jovén, escudandose con sospechosas listas de recogida de frimas a favor o en contra de ¿qué? cuyas miradas desafiantes hacian sospechar lo peor.
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Aún más que estos guardianes me gustó, sin embargo la escultura de este artista en Atocha, al principio de la Cuesta de Moyano. Puede porque el tema, los barcos, naufrágios, viajes, éxodos, expedixiones, exilios, los desplazados, los desterrados me hacen volver sobre mi último tapiz, estre fragmento de un viaje…..
Noch mehr aber als die Wächter hat mir die Skulptur gefallen, die in der Nähe von Atocha, an der Cuesta de Moyano, zu sehen ist, vielleicht weil ihr Thema – Boot, Wrack, Reise, Exodus, Expedition, Exil, Heimatlose, das Schiksal der Vertriebenen, der Verschollenen, der Verbannten mich in Gedanken zu meinem Fragment zurückbringt, den Spuren einer Reise…..
Francamente bello, Andrea. Me encanta la „textura“ de los guardianes 😉
uh, andrea!!! qué hermoso, me imagino ver esos guardianes en la plaza Colón…Quizá, como ahí está ese enorme monumento al „descubridor“ de América, ellos vigilaban que no viniese otro a descubrirnos..
por eso su paciencia y su serenidad, pero también su fortaleza.
A mí me recordaron a Budas de hoy.
Gracias por mostrarlos!
beso