ostern // pascua

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Eins meiner Schaufensterfotos aus Madrid, Calle Corredera Baja de San Pablo,  auf dem Weg zur „Riva“, ein Pflichtbesuch, wenn ich in Madrid bin, um mich mit Zeichenmaterial, Papier und Sonstigem zu versehen. Diesmal allerdings ohne Erfolg, weil der Laden am Ostersamstag geschlosen hatte. Aber ein Bummel durch die Gassen im Herzen Madrids lohnt sich eben immer, sei es auch nur, um dieses Foto einzufangen, das besser als viele Worte meine Osterstimmung wiedergeben kann.

Una de mis fotografías „escaparatísticas“, una  escápate-foto, encontrada en Madrid, Calle Corredera Baja de San Pablo, cerca de Fuencarral y de la Plaza de San Ildefonso, camino a „La Riva“, uno de mis puntos obligatorios en cada viaje a Madrid, para comprar material de dibujo, papel, etc.  Esta vez, sin éxito, pues como casí sospechaba, la tienda no abría el sábado santo. Pero callejear por el centro de Madrid siempre vale la pena aunque sea para captar esta imagen que mejor que mil palabras puede expresar el ánimo que me llena en Semana Santa.

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Für jemanden der in Deutschland aufgewachsen ist, ist Ostern ein buntes, ausgelassenes Frühlingsfest in dem sich der sonntägliche Kirchenbesuch (je nach Familientradition) zwischen Osterglocken und Schokoladeneiern fast verliert. Weit ab vom kollektiven Leid, von Trommelschlägen und Kettenrasseln, von Spitzhüten in Trauerfarben, wehenden Haaren an leidenden Skulpturen, Stille und Weihrauch,  Trompeten und Paradeschritt, Kerzengeflacker und  Nelkenduft sind meine Kindheitserinnerungen eingebettet in das frische Grün der ersten Blattknospen an den Birken im Wald, die leuchtenden Blüten von Krokussen und Osterglocken in den Vorgärten, das Kuchenbacken,  die dicken Backen beim Eierausblasen, die Tränen, wenn das schönste Ei beim Anmalen kaputt ging, die vielen Tassen mit Farbbädern um die Eier für den Frühstückstisch in Regenbogenfarben zu färben.  Die Eiersuche am Sonntagmorgen und wie meine Mutter den ganzen Tag lang die gefundenen Eier aufs Neue versteckte, oder sie Spaziergänge im Wald, wenn  die Erwachsenen unsere Aufmerksamkeit ablenkten, um kleine Zuckereier in die Luft zu werfen, die wir dann, mit einem Korb in der Hand, jubelnd auflasen, wie die Hühner die Käfer und Körner.

Para quien haya crecido en Alemania , la Semana Santa es una Fiesta de Primavera, alegre y colocrida, en la que la asistencia a misa (según tradición familiar) se pierden entre los lirios y los huevos de chocolate. Ajenos a la pasión colectiva, al sufrimiento compartido, al redoble de los tambores y el ruido de las cadenas arrastradas por el asfalto, a cucuruchos de colores tetricos, a la melena de las esculturas ondeando en la brisa de la noche, al silencio y el olor a incienso, a trompetas y desfiles en paso de oca, a la luz inquieta de las velas y el aroma de claveles, los recuerdos de mi enfancia están embutidos en el verde fresco de las primeras hojas de los abedules, los colores brillantes de las primeras flores de los crocus y los lirio que sonreían en los jardines,  del batir de la cucharra en el cuenco al hacer la masa para el bizcocho,  el dolor de cabeza y los mofletes al soplar los huevos, las lágrimas cuando se te rompía el que mejor te había quedado al pintarlo, las infinitas tazas con baños de colores para teñir los huevos de arco iris…… Recuerdo como mi madre escondía y volvía a esconder los huevos de azúcar y chocolate a lo largo de todo el día y yo no me cansaba de buscar, los paseos por el bosque, cestita en manos, dejando que los adultos nos engañen con gritos de „¡Mira, mira!“, para poder tirar huevos al aire que luego recogíamos contentos, como las gallinas semillas y escarabajos.

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Wenn man als Ausländer das Privileg hat, frei von düsteren Erinnerungen reprimierter Kindheiten  die Osterprozessionen ohne die religiöse Fracht zu sehen, sozusagen als Strassentheater, als eine Art Happening, dann ist es eine absolut faszinierende Erfahrung, die die Macht der Bilder und der Inszenierung deutlich werden lässt, die hinter dieser Art von öffentlichem Schauspiel, hier im Dienst der katholischen Kirche, steckt und wirkt. Abgesehen davon ist es möglicherweise einer der Momente, innerhalb der kulturellen Annäherungen und globalisierenden Angleichungen, der mich nach wie vor, trotz der über  zwanzig Jahre, die ich inzwischen hier lebe,  die Unterschiede spüren lässt.

Si uno como extranjero disfruta del privilegio de poder contemplar las procesiones de Semana Santa libres de tétricos recuerdos de infancias reprimidas y de la carga religiosa, a modo de un teatro de calle, una performance, una coreografía callejera, entonces es una experiencia absolutamente fascinante que, además, pone en evidencia el poder de la imágen y de la puesta en escena que existe y obra detrás de este tipo de espectáculos públicos, aquí a servicio de la Iglesia Católica. Dejando esta reflexión aparte puede que sea el momento que a pesar del acercamiento cultural y global, y a pesar de los más de veinte años que vivo aquí, me hace sentir las diferencias existentes.

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1 Antwort zu ostern // pascua

  1. danixa sagt:

    Mein Gott!!! Wie schön das Kontrast zwischen den Kitsch Laden (typisch aus Madrid )und deinem photo mit der weiss Hand !!!

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