Resistencia _ IV
(de) Wie das immer so ist, wenn ich demonstrierend durch die Straßen einer Stadt lauft und nach oben blicke, um zu sehen, wer vom Balkon aus der Demo zuschaut, gibt es alle Art von Begegnung…
Und manchmal verbinden sich die Fäden in der Luft. Wie in Ourense. Vom Balkon eines Hochhauses winkte uns begeistert eine Frau zu. Mit einer palästinensischen Flagge. Und sofort kam aus dem Zug auf der Straße ein begeisterter Ruf der Unterstützung zurück.
In Spanien darf man all das sagen, was man in Berlin nicht sagen kann, ohne dass man Gefahr läuft, von der Polizei eingesammelt zu werden. Und die Kufiya kann getragen werden und wird getragen, ohne Sorge.
Spanien hat neben Irland und Norwegen Palästina als eigenen Staat anerkant. Das zeigt einmal mehr, wie groß die Herausforderung sein kann, innerhalb Europas eine einheitliche Position zu vertreten. Und es macht mich gerade aus meiner Lebenserfahrung heraus, meiner langen Zeit in Spanien und nun, in den letzten Jahren, der Rückkehr nach Deutschland, nachdenklich…
(es) Como siempre que paseo por las calles de una ciudad manifestándome y miro hacia arriba para ver quién la está viendo desde el balcón, hay todo tipo de encuentros…
Y a veces ocurre, que los hilos se conectan en el aire. Como en Ourense. Una mujer nos saludó entusiasmada desde el balcón de un bloque de pisos. Con una bandera palestina. E inmediatamente una llamada de apoyo volvió desde la calle hacia ella.
En España se puede decir todo lo que no se puede decir en Berlín sin correr el riesgo de ser detenido por la policía. Y la Kufiya se pueden llevar y se llevan sin preocupación.
Junto con Irlanda y Noruega, España ha reconocido a Palestina como Estado propio. Esto demuestra una vez más el gran reto que puede suponer representar una posición unificada dentro de Europa. Y me hace pensar, sobre todo desde mi experiencia vital, mi largo tiempo en España y ahora, en los últimos años, mi regreso a Alemania…