25 de febrero 2015
Parece que no, pero sí avanzamos. Lo bueno que tiene el algo tedioso trabajo de preparar el telar es que en seguida te das cuenta que las prisas no valen. Hay tanto que hacer, y lo que hay que hacer, sabes, que es tan importante, que las ansias se desvanecen y mientras las manos colocan cada hilo en „su lugar“, la mente teje la utopia.
Es el preludio, las primeras palabras, las primeras caricias de una nueva relación…
inseguridad, incertidumbre, inquietud, inocencia…… y en medio de este terremoto de sensaciones, la aparente libertad es rápidamente sustituida por una trampa mayor….
Parece que se deja, pero resulta que no. Todo está diseñado, nada se escapa …. Y, este momento de enderezar ¿no necesariamente, no siempre, tiene que ser malo, no? Cuando cada hilo ocupa el lugar que le corresponde…
….cuando se abandona la flojera, cuando se introduce un mínimo de tensión, un poco de orden, de regularidad, de „rectitud“…
… quizá se puede tejer hoy la utopia que mañana se convierte en realidad.
Como la vida misma.
26 de febrero 2015.