5 tage in der grossen stadt // 5 días en la gran ciudad – Part II.

Zweiter Tag. Freitag. Es gibt Handwerke und Handwerke….

Also inzwischen sind zwei Wochen vergangen und die Folgen, abgesehen von einem  kleinen Verlust an „Lehrgeld“ und einem buntgeblümten Geldbeutel, waren nicht weiter tragisch, nur störend.  Daher kann ich fast mit einem kleinen Lächeln darüber berichten, wie wir (Vilma, unsere finnische Adoptiv-Tochter für die nächsten drei Monate, und ich) gleich in den ersten Stunden ihres spanischen Daseins  das erste unvergessliche  Erlebnis durchmachten. Wenn ich daran zurückdenke, erscheint es mir wie eine Szene aus einem Almodovar-Film, aus den Zeiten als seine Filme noch schrill und verrückt-komisch waren….

Segundo día. Viernes. Hay oficios y oficios…..

Menos mal que ya han pasado dos semanas desde entonces, y menos mal también que, dejando aparte el pago de un „peaje de aprendizaje“ y la pérdida de un monedero floreado, las consecuencias no han sido graves, más bien molestas. Así que se dibuja una leve  sonrisa en mi boca mientras relato como Vilma, nuestra hija de acogida para los próximos tres meses, y yo, nada más pisar ella tierra española, vivimos la primera experiencia memorable. Recordándolo ahora me parece una escena de una película de Almodovar, de los tiempos en los que sus películas eran chirriantes y locamente divertidas…..

Once de la noche. Una hora de retraso, una hora de espera, un día de viaje y muchos nervios.  Una chica alta y delgada , la tez blanca y ojos de un maravilloso verde laguna, pelo a juego en rojo magenta, y una maleta enorme. Una mujer más bien bajita, pelo cortito y blanco como la nieve, ojos azules y pinta de extranjera.  Las dos hablando alto en inglés , una por los nervios, la otra por el esfuerzo de hacerse entender en un idioma que no es el suyo, pero tiene que servir de vehículo de las primeras indicaciones sobre el nuevo entorno. Esas somos nosotras.

Elf Uhr nachts. Eine Stunde Verspätung, eine Stunde warten, ein ganzer Tag unterwegs und mühsam gezügelte Nervosität. Ein junges schlankes, hochgewachsenes Mädchen mit heller Haut, die die grünblauen Augen nur noch mehr zum leuchten bringt, passend dazu eine magentarote Mähne, und ein riesiger Koffer. Eine im Vergleich dazu kleine Frau,  mit schneeweissem kurzem Haar, blauen Augen und unübersehbar ausländischem Aussehen. Beide reden laut auf Englisch, die eine aufgrund der Nervosität, die andere aufgrund der Anstrengung,  sich in einer Sprache verständlich zu machen, die sie nur notdürftig beherrscht, die aber jetzt als Übermittler der ersten Verhaltensmassregeln in einer unbekannten Umgebung dienen muss. Das sind wir beide.

U-Bahn. Freitagabend. Müde Gesichter die von einem langen Arbeitstag zeugen.  Aufgeregte Gesichter nach einem freudigen Wiedersehen. Erwartungsvolle Gesichter, die einer Verabredung entgegensehen. Und mitten drin in diesem Geschiebe und Gedrängel ein Gesicht. Jetzt, wo ich weiss, was geschehen ist und versuche, mir die Einzelheiten ins Gedächtnis zu rufen, sehe ich den Blick, der mir aus diesem Gesicht zugeworfen wurde. Ein Durchschnittsgesicht. Direkt an der Tür. Ein Gesicht, das zu einem Körper gehört der mich durchlässt, Vilma aber den Durchgang versperrt bis die Türen sich nach dem Piepton fast wieder schliessen. Ein Gesicht, dass zu einem Körper gehört, der eine Anzugjacke über dem Arm hält (wie viele ander auch, denn draussen ist es kühl und in der U-Bahn unangenehm warm).  Ein kleines Gedrängel, dann ist Vilma drin. Mir fällt auf, dass der Körper, der zu diesem Gesicht gehört, sich von der Tür weg bewegt, in das Innere des Wagons. Ich denk mir nicht viel dabei, weil ich nicht ahne, dass Vilma all ihre Dokumente in dem kleinen koketten Täschchen verwahrt, dass von ihr unbeachtet von ihrer Schulter baumelt. Ein kleiner irritierender Stich, als an der nächsten Haltestelle dieses Gesicht mir beim Aussteigen einen kurzen Blick zuwirft.

Metro. Viernes noche. Caras cansadas que hablan de un largo día de trabajo. Caras excitadas tras un reencuentro feliz. Caras expectantes en vista de un encuentro futuro. Y en medio de estos cuerpos que se empujan y se aprietan, una cara. Ahora que sé lo que ha pasado e intento reconstruir los detalles, veo la mirada que me lanzó esa cara. Una cara cualquiera. Justo en la puerta. Una cara que pertenece a un cuerpo que me deja entrar, pero le impide el paso a Vilma con su maletón casí hasta que suena el silbido y se cierran las puertas. Una cara que pertenece a un cuerpo que lleva una chaqueta de traje colgada del brazo (como muchos otros, pues en la calle ya hace fresco, pero en el metro el aire resulta desagradablemente bochornoso). Un pequeño forcejeo y Vilma está dentro. Por un momento me llama la atención que el cuerpo al que pertenece esa cara se retira de la puerta hacia el fondo del vagón. No le doy mucha importancia, pues no me imagino que Vilma guarda toda su documentación en este bolsito coqueto y pequeño, que cuelga alegremente y desatendido del hombro de su hombro. Un flechazo iritante cuando percibo la mirada que me lanza la cara en la próxima parada al salir del vagón.

¿Qué había pasado? En las hábiles manos de un carterista con oficio habíamos caído. Al llegar a nuestro destino Vilma se dio cuenta y en seguida bloqueamos la tarjeta de crédito. Sábado de comisaría, Lunes de embajada. Menos mal que pasó en Madrid que teníamos todo a mano. Menos mal que no pasó nada más. Menos mal que todo se pudo solucionar. Un robo de película, clásica, de blanco y negro.  O moderna, de pink y verde sobre fondo azúl.

Was war passiert? Nun, in die geschickten Hände eines erfahrenen  Taschendiebes  sind wir gefallen. An unserem Ziel angekommen, bemerkte Vilma den Verlust und wir konnten die Kreditkarte sofort sperren lassen. Samstag auf der Polizeistation, Montag in der Botschaft. Gut, dass es in Madrid passiert ist. Gut, dass nichts weiter passiert ist. Gut, dass sich alles relativ umstandslos hat regeln lassen. Ein filmreifer Taschendiebstahl, klassisch, schwarz-weiss. Oder modern pink und salftgrün auf blauem Grund.

Jetzt hat Vilma einen neuen Reisepass der zehn Jahre gültig ist, und einen Ausweis für eine spanische Bibliothek, und  Uli hat ihr sein Portmonee geliehen für die Zeit, die sie hier sein wird.Vor allem aber ist sie um eine Erfahrung reicher.

Ahora Vilma tiene un nuevo pasaporte que tiene diez años de validez, y un carné para una biblioteca española, y Uli le ha prestado su monedero para el tiempo que se va a quedar en España.  Pero sobre todo ha adquerido una nueva experiencia.

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1 Antwort zu 5 tage in der grossen stadt // 5 días en la gran ciudad – Part II.

  1. en todas partes se cuecen habas….
    balta el otro día preguntó…siempre se habla del primer y el tercer mundo…y el segundo dónde está???
    me hizo reír mucho, antes que un amigo le dijera, Rusia, China, etc…
    A mí me quedo la idea de un segundo mundo homologado en sus rutinas…el que vamos construyendo día a día con nuestras estupideces!!!
    Que les sea leveeeeee!

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