Ich weiss, jeder hat so seinen eigenen, manche geerbt, manche übernommen, manche das Ergebnis eines zufälligen Zusammenfallens mit irgendeiner Erfahrung, einem Geruch, einem Bild, einem Lied…. Meine Mutter sagte immer, wenn die Birken „ausschlagen“ (eine wunderbare Wortkombination, hat schon immer meine Fantasie beflügelt), hier sind es die Schwalben, für Eilige oder Optimisten die Störche, die kommmen halt eher, oder irgendeine Art von Frühlingspilzen.
Ya sé, que cada uno tiene su mensajero, su indicador particular, algunos heredados, o tomados, algunos fruto de una casual coincidencia con alguna vivencia, un olor, una imágen, una canción….. Mi madre siempre decía que cuando brotaban los abedules, aquí en el pueblo es la llegada de las golondrinas, para los presurosos o los muy optimistas lo es la llegada de las cigüeñas, o alguna especie de seta primaveral, que aún no me las conozco, porque yo con mi madre solamente recogía las de otoño que ella conocía……
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En Madrid era muy particular, porque no era cuestión de pillar el comienzo de la primavera, era cuestión de pillar EL DÍA en el que pasaba la primavera, cosa fugaz, impaciente. Por lo menos en lo que se refiere a la naturaleza, ya de por sí disponible en dosis pequeñas y concentradas. Si caía en fin de semana, bien, porque entonces había tiempo para contemplarlo, pero si caía entre semana, podía ser que ni te enterabas y pasabas con perplejidad del invierno y de los arboles desnudos y grises a un verde intenso preguntándote : ¿y cuándo? Si te pillaba cerca del Retiro, de la Fuente de Berros, del Parque del Oeste, del Parque Juan Carlos I o del Capricho, lugares donde yo solía buscarlo, tenías buenas posibilidades para poder verlo, ver por ejemplo como se abrían y desplegaban las hojas de los castaños, florecía algún que otro frutal decorativo… Y sino, te quedaba esta versión urbana de la primavera, cuando las plazas y las aceras se llenaban de terrazas y los escaparates de colores…
In Madrid war es ganz anders, da ging es nicht darum den Frühlingsanfang zu geniessen, da ging es darum DEN TAG zu erwischen, an dem der Frühling sozusagen durchreiste, flüchtig, ungeduldig. Zumindest was die Natur anbelangte, die eher nur in kleinen, genau bemessenen und hochkonzentrierten Dosen zur Verfügung stand. Wenn er auf ein Wochenende fiel, der Frühlingsdurchzug, dann ging es noch, dann gab es Zeit ihn zu beschauen, aber wenn er auf einen Wochentag fiel, konnte es gut sein, dass man kaum etwas davon mitbekam und man da, wo vor ein paar Tagen nichts als nackte, kahle Bäumen standen, mit Staunen und Verwirrung frisches Grün antraf und sich fragte: aber wann….? Wenn es einen in der Nähe vom Retiro, der Fuente de Berros, dem Parque del Oeste, dem Capricho oder dem Juan Carlos I erwischte, wo ich ihn zu erwarten pflegte, dann hatte man gute Chancen ihn zu sehen, wie er die Blätter der Kastanien öffnete wie kleine Geburtstagsgeschenke, und die Zierobstbäume zu seinen Ehren weiss und rosa dufteten. Wenn nicht, dann blieb einem immerhin die städtische Frühlingsversion, wenn die Plätze und Bürgerstege sich mit Tischen und Stühlen und die Schaufenster mit Farben füllten…
Juanjo und ich haben gestern einen ganz besonderen Frühlings“boten“ ausgemacht: der Tag, an dem im „Teatro Principal“, das in Reinosa auch als Kino dient, alle Anwesenden ohne langes Zögern die Jacke ausziehen und über die Rückenlehne der Vorderreihe hängen (erst wenn es alle sind, weil es immer Wagemutige gibt).
Ayer, Juanjo y yo hemos detectado un indicador primaveral muy particular: el día en el que todos los presentes en el Teatro Principal de Reinosa, que acoge los miércoles la Filmoteca y un pequeño grupo de incondicionales, TODOS se quitan la chaqueta sin pensarselo mucho y la colocan encima del respaldo del asiento de la fila de delante (digo TODOS; porque siempre hay algún atrevido).