Cierto, he aprendido mucho a lo largo de este año, pero no le tengo apego alguno. Ha sido un año duro, áspero, lleno de aristas que ha dejado marcas en la piel del alma, algunas superficiales, que se irán con el tiempo, otras profundas, que tardarán en curarse. No digo que sea ni bueno ni malo, es parte de la vida, supongo.Pero no le tengo apego a este año.
Cuidado, sé consciente que siempre puede ir peor, ya sabes: que no nos quiten la salud, ni lo bailado y que podamos contarlo. Cierto, no pongo en duda una verdad construida con la experiencia de generaciones. Pero no le tengo apego a este año.
Me quedo con lo bueno, los apoyos incondicionales, los pequeños gestos de interés y empatía. Empezaré con ellos la andadura………. nefelibata.