Madrid _ 2220 _ intermezzo

Familientreffen in Madrid _ IX

 

(de) Damals haben wir es geliebt, in der „Almendra“ zu leben, d.h. innerhalb des ersten Rings der Stadtautobahn, das, was man allgemein das Zentrum nennen kann. Juanjo hatte immer dort gewohnt und auch alle meine Zimmer und Wohnungen lagen immer „im Zentrum“. Damals hat es auch noch Spaß gemacht, sich im Zentrum zu bewegen, viele typische, althergebrachte Geschäfte befanden sich dort, und die mochten wir, egal ob Lebensmittelgeschäft, Buchhandlung, Konditorei oder Kurzwarenladen…. Heute bin ich mir nicht mehr sicher, ob ich dort wohnen wollte. Eigentlich bin ich mir eher sicher, dass ich nicht nur nicht im Zentrum, sondern nicht in solch einer großen Stadt würde wohnen wollen. Aber, wie so oft und schon gesagt, zum Besuchen ist es schön. Man kann es also eigentlich keinem der die Strassen füllenden und indirekt die Gentrifizierung und Verwandlung des Stadtbilds befördernden Menschen übel nehmen. Denn wo ich gerade Stadtbild erwähne: Für mich ist es nicht die Hautfarbe, nicht die Kleidung der Menschen, sondern die Vereinheitlichung der Stadtlandschaften, die Verdrängung des Kleinhandels und der typischen Kneipen durch Ketten, egal ob im Mode- oder Gastronomiebereich, die das Stadtbild gefährden.

Nicht alle, aber einige der Geschäfte gibt es noch. Die Violetera, zum Beispiel. Dort habe ich die Veilchenblüten für unsere Hochzeitstorte gekauft, von der wir (nach alter Tradition) ein Stück verwahrt haben bis zur Geburt von Lea. Seitdem war ihre Beziehung zu den Veilchenbonbons, sagen wir mal, hartnäckig und komplex.

 

(es) En aquella época nos encantaba vivir en «la almendra», es decir, dentro del primer anillo de la autopista urbana, lo que generalmente se conoce como el centro. Juanjo siempre había vivido allí y todas mis habitaciones y pisos también estaban «en el centro». En aquella época resultó divertido moverse por el centro, había muchas tiendas típicas y tradicionales, y nos gustaban, ya fueran tiendas de alimentación, librerías, pastelerías o mercerías… Hoy en día ya no estoy tan segura de querer vivir allí. De hecho, estoy bastante segura de que no solo no querría vivir en el centro, sino que tampoco querría vivir en una ciudad tan grande. Pero, como ya he dicho muchas veces, para visitar es un lugar bonito. Así que, en realidad, no se puede culpar a la gente que llena las calles y que, indirectamente, promueven la gentrificación y la transformación del paisaje urbano. Y ya que menciono el paisaje urbano: para mí no es el color de la piel ni la ropa de la gente, sino  la uniformización del paisaje urbano, la sustitución del pequeño comercio y los bares típicos por cadenas, ya sea en el sector de la moda o en el de la gastronomía, lo que pone en peligro el paisaje urbano.

No todas, pero algunas de las tiendas siguen existiendo. La Violetera, por ejemplo. Allí compré las flores de violeta para nuestra tarta de boda, de la que (según la antigua tradición) guardamos un trozo hasta el nacimiento de Lea. Desde entonces, su relación con las violetas es, digamos, persistente y compleja…..

 

 

(de) Viele Stoff- und Handarbeitsgeschäfte, in denen ich mich immer genussvoll getummelt habe, haben es nicht geschafft. Ich bin froh, dass es Pontejos noch gibt. Dort kaufe ich nach wie vor meine Gobelinpinnen. Kettgarn habe ich keins mehr gefunden, zumindest nicht in der Dicke und Qualität, die ich für meine Bildwirkerei brauche.

(es) Muchas tiendas de telas y manualidades, en las que siempre me ha encantado pasar ratos largos, no han sobrevivido. Me alegro de que Pontejos siga existiendo. Sigo comprando allí mis canillas para tapices. Hilo de urdimbre, sin embargo, no he encontrado, al menos no con el grosor y la calidad que necesito para mis tapices.

 

 

(de) Und jeder Widerstand ist ein Grund zum Feiern. / (es) Y cada resistencia es motivo para ser celebrado.

 

 

(de) Und dann gibt es auch die typischen Geschäfte, die gerade wegen der Touristen überleben, oder überlebt haben. Denn es gab eine Zeit, und eine Generation von Spaniern, auf deren Einkaufsliste keine „Boina“ (Baskenmütze) stand. Nach Auskunft der Verkäuferinnen soll sie wieder in Mode gekommen sein, auch bei jungen Leuten, auch bei Frauen, und auch bei Spanier:innen. Ich kann da nichts zu sagen, aber Uli hat die Gelegenehit genutzt, um sich eine zu kaufen. Er wollte immer schon eine haben, ich denke mal, weil er die von Juanjo  toll fand.

(es) Y luego están las tiendas típicas que sobreviven, o han sobrevivido, precisamente gracias a los turistas. Porque hubo un tiempo, y una generación de españoles, en cuya lista de la compra no figuraba la «boina». Según las dependientas, ha vuelto a ponerse de moda, también entre los jóvenes, las mujeres y los españoles. No puedo decir nada al respecto, pero Uli aprovechó la oportunidad para comprarse una. Siempre quiso tener una, supongo que porque le gustaba mucho la de Juanjo.

 

 

 

 

(de) Für das Foto für das Insta-Profil des Landens hat sich Juanjo eine geliehen. Jetzt bin ich gespannt, wann das erste Foto von den beiden aus Berlin kommt. Denn: beide Boinas sind „wasserundurchlässig“, also für das Berliner Herbstwetter gut geeignet. Im Winter braucht es vielleicht etwas mehr, etwas, was auch die Ohren abdeckt.

(es) Juanjo se ha prestado una para la foto del perfil de Instagram de la tienda. Ahora estoy deseando ver cuándo llega la primera foto de los dos desde Berlín. Porque ambas boinas son «impermeables», es decir, muy adecuadas para el clima otoñal de Berlín. En invierno quizá se necesite algo más, algo que también cubra las orejas.

 

 

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