(español abajo) Ja, jetzt ist es soweit. Der Wahlkampf hat begonnen. Von den Laternen schauen bisher noch unbekannte rote, gelbe, grüne, blaue Gesichter, hin und wieder auch ein violettes oder oranges….. Uli meint, und ich kann ihm da nur zustimmen, dass Werbeplakate mit nem Kopf drauf nicht viel aussagen. Er mag lieber die mit Köpfchen gemachten Slogans. Auch da geb ich ihm recht.
Tatsache ist, dass es ganz schön grenzwertige Plakate gibt. So grenzwertig, wie meiner Meinung nach die Ideologie, die dahinter steht. Gemeint sind damit die Plakate, mit denen die AfD in den Wahlkampf geht. Es liegt mir fern, indirekt Werbung für diese Patei zu machen, deshalb hab ich auch beschlossen, hier keine Fotos einzustellen, auf denen sie zu sehen sind. Wer möchte, kann im Internet nach ihnen suchen. Die meisten von euch, haben sie eh schon gesehen. Peinlich mir vorzustellen, wie die Zielgruppe geistig strukturiert zu sein scheint, wenn man als Werbedesigner glaubt, sie mit solchen Plakaten zu erreichen.
Ich weiss, es ist ein heikles Thema, denn natürlich ist das Entfernen, Beschädigen, das Verschmieren oder Verunglimpfen von Wahlplakaten strikt verboten. Und es macht Sinn in einer funktionierenden Demokratie, dass dem so ist. Das muss sie abkönnen, die Demokratie, die Gesellschaft, und somit auch ich. Was ich ehrlich gesagt nicht weiss, ist, ob es einen Kontrollorganismus gibt, der die Wahlplakate auf ihre Grenzwertigkeit und somit Zulässigkeit überprüft, wahrscheinlich reicht es aus, dass eine Partei zugelassen ist.
Wie auch immer, zwei Tage nach Beginn der Kampagne, als der Überraschungseffekt verklungen war und ich mich als Frau, als Mutter, als Bürgerin, als Berlinerin eigentlich nur noch geärgert habe und mein demokratisches Verständnis in Sachen Werbefreiheit ernsthaft in Frage stellen musste, habe ich vielerorts beobachtet, dass die Plakate der AfD weg waren. So verboten das auch sein mag, ich gebe zu, ich habe mich darüber gefreut, dass irgendjemand die Kabelbinder durchgeschnitten hat, um deutlich zu machen, dass bestimmte Ideologien hier nicht erwünscht sind. Ich weiss, ich weiss, es ist wirklich ein heikles Thema, über das man lange debattieren könnte, ABER gefreut hat es mich trotzdem.
(AfD, quita tus patas marrones de la farola)
Sí, llegó el momento del arranque de la campaña electoral para el 24 de septiembre. Las farolas lucen caras rojas, azules, amarillas, verdes, algún que otro naranja o violeta…..Dice Uli, y le doy la razón, que los carteles con cabeza dicen poco. El prefiere los que llevan algún eslogan, al ser posible hecho con cabeza. En eso también le doy la razón.
Cierto es que hay algunos carteles que desde mi punto de vista se sitúan en el límite de lo tolerable. Tan en el límite como la ideología que representan. Me refiero a los carteles con los que la AfD se presenta a esta campaña. No he querido hacer publicidad indirecta y por eso no subo fotos. Se pueden buscar en Internet. El eslogan general es : ¡Atrévete Alemania! Hay un cartel con una mujer embarazada y el texto: „¿Nuevos alemanes? Los hacemos nosotros mismos“. Otro muestra dos chicas jóvenes, rubias, de los que vulgarmente se diría sexis, en bikini, fotografiadas desde atrás, a la altura estética de las contraportadas del AS o similar, y el texto que lo acompaña dice: „¿Burka? A nosotros nos mola el bikini“. Absolutamente patético imaginarse la estructura mental de los miembros del grupo destinatario si los responsables de la campaña publicitaria pensaron que eso les entra.
Sé que es un tema quisquilloso, y sé que, por supuesto, está estrictamente prohibido arrancar, romper o embadurnar carteles de campañas electorales. Vamos, que ni bigotes se pueden dibujar. Y con buena razón. Una democracia que funciona debe aguantar esta libertad de expresión, ella, la sociedad y, por ende, yo como parte de ella. Lo que desconozco, es si hay una entidad encargada de controlar la admisibilidad de la cartelería de campaña electoral, en lo que a imágenes o textos se refiere. Puede que baste con que el partido esté legalizado. La verdad es que no lo sé. Si sé que hace décadas, hubo campañas publicitarias de esta índole, que solo por su contenido sexista y no ideológico, se tuvieron que retirar.
Sea como fuese, dos días después del arranque de la campaña, una vez pasado el efecto sorpresa y dejando lugar al enfado y la profunda indignación como mujer, madre, ciudadana, berlinesa, he podido observar que en muchos sitios de la ciudad, lo carteles de la AfD habían desaparecido. Por muy prohibido que sea, tengo que reconocer que me alegró que alguien había pasado por ahí y había cortado las bridas de plástico, para dejar muy claro que determinadas ideologías no están bien recibidas por aquí. Lo sé, lo sé, realmente es un tema muy delicado y complicado sobre el que se puede debatir mucho rato, PERO yo, cuando lo vi, me alegré.
