La semana pasada he tenido la oportunidad de visitar la Real Fábrica de Tapices en el marco de un curso de formación interna para restauradores, conservadores y guías de Patrimonio Nacional, dirigido por Concha Herrero Carretero, conservadora de la colección de tapices de Patrimonio Nacional.
El curso abarcó cuatro bloques repartidos por cuatro mañanas de intenso aprendizaje y puesta en común sobre „Técnicas de Fabricación de Tapices. Creación y Restauración“.
Concha, a la que había visto la ultima vez en septiembre de 2010 con motivo de la fantástica exposición en el Museo Nacional del Pardo, „Los Amores de Mercurio y Herse. Una tapicería rica de Willem Pannemaker.“, que ella comisarió, me había invitado a impartir el segundo de los cuatro bloques de este curso, enfocado en el trabajo en un obrador de tapiz narrativo, visto, vivido y explicado desde la perspectiva de quien trabaja en solitario abarcando todo el proceso desde la génesis hasta la presentación de la obra final. El primero de los bloques corrió a su cargo y nos habló del arte del tapiz, de manufacturas y mecenas, de la colección real de tapices y la problemática de la conservación.
En el aula, segundo día del curso, foto cedida por Concha Herrero
El tercer día, con la cabeza llena de información histórica, técnica y artística, visitamos la Real Fábrica de Tapices, lugar de referencia en la producción y restauración de tapices, alfombras y reposteros. Antonio Sama García, Conservador de la Real Fábrica de Tapices, sería nuestro guía y nos explicaría la formación de tapicero y el proceso del cartonaje, nos mostraría los diferentes obradores, así como la nave dedicada a las tareas de conservación y restauración de tapices y alfombras.
Lo que hizo esta visita tan especial, aparte, naturalmente, de la compañía, el guía, las circunstancias particulares que todos conocemos, y la emoción que me embargó al entrar en el edificio, fue el hecho de conocer a Alejandro Klecker de Elizalde que en el transcurso de la bienvenida nos anunció que esa misma tarde iba a asumir el cargo de nuevo Vocal Asesor de la Fundación Real Fabrica de Tapices.
Alejandro Klecker de Elizalde con Antonio Sama (izq.) y con Concha Herrero (dcha.)
Con esta „primicia“ en la cabeza nos dispusimos a recorrer las instalaciones de la Real Fábrica. Yo había estado la ultima vez en en septiembre de 2009 con las alumnas del Taller de Empleo de Valdeolea. En aquella ocasión me tocó ejercer de profesora, esta vez me tocó simplemente emocionarme viendo a las mujeres trabajar, reconociendo su valor, su capacidad de resistencia, su desesperación, su agotamiento y una cautelosa esperanza que acababa de nacer en ellas con la aparición de una persona de referencia después de meses a la deriva.
foto cedida de Concha Herrero
Me ha costado varios días y he necesitado unos cuantos kilómetros de distancia para ordenar las sensaciones e impresiones que esta visita tan especial, las conversaciones con Antonio Sama, con Alejandro Klecker, con las trabajadoras y con José Luis Hijosa, representante de la UGT me han causado. Antes de entrar en detalles e intentar sacar alguna conclusión acerca de la complicada situación que atraviesa la RFT como institución, pero sobre todo sufren las personas que en ella trabajan, y antes de abrir la ventana a la esperanza, quiero compartir con vosotros lo que me motivó y sigue motivando a invertir tiempo y energía y toda la pasión que soy capaz de sentir en este blog y en la recogida de firmas:
la belleza del arte, del oficio, del saber y de la gente que lo cuida
Que este pequeño reportaje sea un homenaje a todas las personas que a lo largo de cientos de años han aportado parte de su vida para que el hilo no se rompa, y las que están resistiendo, para que no lo haga nunca:
En el obrador de alto lizo
Pilar y José trabajando en un telar de alto lizo, en una reconstrucción según Jacques Nermot, Dresden, 1734,
para el Palacio residencial de Dresden (Alemania)
Antonio Sama explica el trabajo en el telar de alto lizo
En el obrador de reposteros:
Un pequeño intermezzo en el patio de la RFT:
el secadero de tapices y alfombras en el patio interior ajardinado de la RFT
En la nave de restauración y conservación:
GRACIAS a la organización del curso, por haber hecho posible esta visita y, sobre todo, GRACIAS a las trabajadores y los trabajadores por resistir.