Mientras la plaza, estos días, se llena y vacía de todo tipo de artilugios y dinámicas propias de los días de fiestas de verano; de gente menuda saltando y gente mayor bailando, de fuego y música, espuma y basura; mientras pasan por ella camiones-escenario y otros de limpieza; mientras vibran el suelos y los cristales de las ventanas a golpe de la batería de cada orquestar, el tapiz avanza….
El horizonte cambia, el paisaje se extiende cada vez más. Con un poco de suerte, este fin de semana se apagan las llamas de la hoguera, las malas, las que devoran, y las buenas que calientan, depuran…….
La vista cansada, los hombros tensos, las manos…… las manos felices haciendo bailar los hilos y el peine.
Excepcionalmente, y para que no os tengáis que torcer la nuca, os coloco la foto girada para que veáis como va quedando: