traslado

2 de mayo

No es que no sepa hacerlo, cuando aprendí el oficio en Aubusson me lo enseñaron, claro está. Lo que pasa es que…….

001….luego, cada uno en su taller empieza a desarrollar ciertos vicios, o dicho de manera más suave: desarrolla su própio método de trabajo. ¿Por qué lo digo? Porque de lo que aprendí en Aubussón hace 30 años, a cómo trabajo ahora…… , en fin……

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En la producción tradicional y convencional de tapices pictóricos, el catón, el modelo pintado en tamaño real del tapiz que se ejecutará en el telar, es una pieza importante que facilita el trabajo y garantiza la fidelidad del tapiz respecto de la obra original. Este cartón sirve también de „carta de color“ para el tinte de la lana. Pero además cumple otra tarea, invierte la imagen que se va a tejer.

En las manufacturas tradicionales, el trabajo en el telar se hace „de espejo“, en los dos sentidos: lo que el tejedor ve crecer en la urdimbre, lo que construye dejándose guiar por el cartón, lo ve del revés, desde la cara de atrás, diríamos. Para verificar si el tejido en el anverso queda bien, utiliza un espejo de mano.

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Esta aparente dificultad del oficio, a la que sin embargo una se acostumbra _como a casi todo_ con la suficiente práctica, tiene dos ventajas: primero facilita la limpieza técnica a la hora de introducir, cruzar, rematar el sinfín de hilos de las diferentes canillas que forman la trama multicolor que representa el dibujo; y segundo, aunque quizá esta ventaja sea más a título personal, todo lo que ayuda a perder de la cabeza las formas concretas ayuda a no perderlas de vista, y a disfrutar del trabajo „en abstracto“ desde la confianza en el cartón. Lo mismo pasa respecto del giro de 90º que se da en muchos casos cuando el boceto pasa al telar, como va a ser el caso tambiéne en este tapiz.

Este „paso al telar“ suele hacerse en la mayoría de los talleres directamente sobre la urdimbre, se calca con tinta china, marcando sobre cada uno de los hilos los contornos importantes y las lineas de separación „interiores“ entre áreas de color con diferentes mezclas de lana.

Yo, sin embargo, no trabajo del revés. Trabajo con el tapiz visto. Y nunca me ha gustado pintar directamente en la urdimbre.

Eso significa que por un lado tengo que tener mucho más cuidado y prestar más atención para que el reverso de los tapices quede al menos „acceptable“ oficio_samente hablando, por el otro, cualquier persona que ve el tapiz en el telar mientras se está construyendo, yo y los que me acompañéis a lo largo de estos meses, podéis apreciar mejor el progreso e imaginaros el futuro resultado.

Pero también significa que tengo que colocar „un algo“ detrás de la urdimbre para que me sirva de guia. Pues bien, como me he esmerado tanto con este cartón, me da mucha pena verlo agujereado, _que es lo que le pasaría, porque según iré avanzando en el telar, tendré que coser el papel al tapiz, para no perder las lineas maestras de vista y distorsionar el dibujo_ y por ello he ehco una copia en papel vegetal, con soporte de papel kraft, para poder colocarlo en el telar.

016Y con eso, y una copita de cava para celebrar el trabajo hecho y el final de este segundo tercio, he recogido los bártulos de pintora y cartonista, y me he trasladado al taller.

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1 Antwort zu traslado

  1. MCK sagt:

    Yo me he comprado otra botella para celebrar el comienzo en el telar…..

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