Y seguimos marchando. No es nada nuevo, pero sigue resultándome curioso observar cómo distintos temas tienen distina capacidad de respuesta por parte de la gente. La palabra VERTEDERO en seguida pone en alerta a quien la oye. Un vertedero no lo quiere nadie cerca, aún menos según qué materiales se almacenen. FRACKING suena casi a un nuevo deporte de aventura, como el rafting, el puenting, el trekking,…. Irrita y deja indiferente a quien no llega a profundizar en el tema. Quien aprovecha las oportunidades de información que brinda la red (porque en los medios convencionales mucho no se encuentra) llega pronto a la conclusión de que es un auténtica barbaridad medioambiental, se mire por donde se mire.
Pues bien, el tema de los aerogeneradores, los parques eólicos, los molinos de viento, vamos, parece mucho más peliagudo, y resulta mucho más complicado posicionarse, o mejor dicho, requiere matizaciones y conocimiento de causa y caso, de cada caso. Sobre todo para mí que no entiendo mucho, o mejor dicho, me suenan muchas cosas sueltas, inconexas, pero no les he hecho un seguimiento atento, ni he profundizado en ello.
Sí reconozco, que no me deja indiferente, aún menos viviendo en este territorio, y que comparto cierta ambiguedad en mi respuesta según qué circunstancias.
Primero: ¿no es una energía limpia, empleo verde? Pues, ¿entonces? ¿No es mejor tener una balaustrada de esbeltas columnas recorriendo la loma del monte cercano que una central nuclear en el valle de al lado? De algún sitio tendremos que sacar la energía, ¿no?
Segundo: Hay días que voy por la Lora, la cámara colgada del cuello, a la caza de imágenes impactantes, poéticas, sugerentes. Y más de una me ha salido teniendo el parque eólico como protagonista. Si me abstraigo de la percepción como habitante y me limito a la visión artística a través del objetivo, las esbeltas columnas, las sombras, la coreografía de las aletas…. no me disgustan.
Tercero: ¿El que sea „limpia“ la energía debe entenderse como una carta blanca para plantarlos en cualquier sitio a cualquier precio (social, paisajistico, patrimonial y medioambiental)?
Bueno, hay algunas cuestiones que me parecen fundamentales en el debate de los modelos energéticos que queremos. Una es la de exigir seriedad y compromiso en los esfuerzos por conseguir una reducción del gasto energético por parte de todos, no sólo del consumidor que al final acarrea con el cargo de conciencia cuando le sobreviene la sospecha de que haya podido provocar un exceso energético a través de una actitud, o una actuación suya, cuando hay empresas, entidades, incluso públicas, que despilfarran energía como si no costara nada obtenerla.
Otra es la cuestión de las dimensiones, porque desde mi punto de vista, una planificación energética sostenible tiene que basarse en otras dimensiones de las que hoy en día se dan. Creo que la solución no es la de implantar macro huertos solares, o mega parques eólicos, de los que se benefician las dos o tres grandes empresas constructoras y el inversor que pone el dinero. Creo que un plan energético sostenible y eficaz tiene que formentar el autoabastecimiento energético de hogares, de pymes, de juntas vecinales y pequeños ayuntamientos, etc. Aparte de los megaparques y huertos tiene que hacer viable para un particular poder instalarse sus placas solares, o su molino de viento de pequeñas dimensiones, de autoconsumo, consumo vecinal, o poco más. Pero eso, evidentemente no interesa a las empresas que mueven los hilos en los mercados energéticos mundiales, o nacionales. Y luego hay un aspecto muy, muy importante, que es el de consultar con quien habita cada territorio, por respecto, por educación, pero también porque muchas veces la gente del lugar sabe mucho más, aunque no sea científicamente comprobado, y se base en la experiencia y la memoria colectiva y no en números, acerca de los valores medioambientales y las particularidades del territorio. Diálogo y consenso, ante todo. Por ello me gustó el lema de la marcha del pasado domigo, 29 de abril:
„Los eólicos sí, pero no así“.
Podéis encontrar la convocatoria en el blog de la Plataforma para la Denfensa de los Valles del Sur de Cantabria y más información sobre el tema de los eólicos en Cantabria en el espacio virtual de ARCA, Asociación para la defensa de los Recursos Naturales de Cantabria, de CORE (Cántabros por la Ordenación Recional de la Energía Eólica).
Nosotros, como la última vez, queríamos ver „in situ“ los lugares dónde podrían instalarse los molinos, informarnos sobre el estado actual del plan energético para Cantabria y debatir, mientras caminamos, los pros y los contras de los eólicos en general, y de algunos en particular. Porque vuelvo a decir, ninguno de los participantes está en contra de la energía eólica. Solo queremos que el impacto sea el menor posible, que se haga razonabe, en lugares próximos a dónde se necesita esta energía y que se redimensionen los proyectos existentes en función de una demanda sobre la que debería actuarse más contundente para ir reduciendola. Teniamos con nosotros integrantes de la Plataforma para la Defensa de los valles del Sur de Cantabria, y como invitados el Club Deportivo IGOLLO, que había fletado un autobús desde Santander para sumarse a esta marcha que comenzó en Arroyal de los Carabeos, pasó por Somaloma, cerca de Celada, por el pie del molino para terminar en Fombellida. Gracias por el buen ambiente a pesar del mal tiempo, Gracias a Miguel por las explicaciones y a Marta y Arturo por la logística.
Aquí va una selección de fotos, porque estas marchas, por muy reivindicativas que sean, pasan por unos parajes preciosos:
El saludo en Arroyal de los Carabeos
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Dos últimos enlaces, uno al blog de la platafoma con la valoración del „nuevo PLENERCAN 2011-2020, y otro a un artículo que salió hoy, 2 de mayo, en la prensa sobre el Parque Eólico El Castillo.
Todas las fotos de la marcha:
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