Ayer, entre convencer a mi hijo de que se termine la merienda y tener que echar carbón a la bilbaína, para que no se apague el fuego, intenté seguir una entrevista radiofónica del Profesor Romà de la Calle, hasta ayer director del Museu Valencià de la Il.lustració i la Modernitat de Valencia, (MUVIM).
Dimitió porque en el museo que él había dirigido, se había abierto paso la censura contra su voluntad. Obligaron a que se retirara parte de las fotografías que invitaron a un repaso fotográfico por lo que había sido el año 2009 visto a través de los objetivos de periodístas fotográficos de la Comunidad Vamenciana; para ser exactos las 10 fotos que correspondían al apartado „políticos“……
Hoy, para rellenar los huecos de desconocimiento y movida por una profundísima indignación, empecé mi vuelo virtual buscando más información en Internet.
Como es tema del día, por lo menos para unos, otros callan como si no hubiera pasado nada, hay mucho donde leer y opinar. Todos ¿?, bueno, seguro que la mayoría de los periodicos lo retoman. No quiero aburrir.
Me gustaron las dos entradas que encontré en un blog que hasta hoy no conocía, la primera recoge las fotos en cuestión, los hechos y las diversas reacciones, y la segunda, la de hoy, la noticia de la dimisión del director y una entrevista que concedió al periódico La Vanguardia.
Espero que su autor, Florián Yubero, no me lo tome mal que haya puesto este enlace a su blog. Pero me parece que yo no lo podía haber contado mejor, ni de más cerca, ni con más conocimiento de causa que él.
Lamentablemente es una más entre las noticias que ponen un grito en el cielo ante los constantes intentos de reducir la libertad de expresión a cenizas. Y como vivimos en Occidente, en una sociedad que llamamos „civilizada“, la actuación no va más allá de la retirada de las fotos, que seguro se expondrán en otro sitio, porque siempre hay gente ingeniosa, voluntariosa, luchadora, que no se rinde tan fácilmente.
Digo eso, porque si estuvieramos viviendo en otro lugar, las consecuencias de la censura puede que hubieran sido más graves, hasta podrían afectar a la integridad de quien haya tomado estas instantáneas.
Digo también, que esta relativización no le quita gravedad al asunto. Cada uno desde donde la vida le haya colocado:
La libertad de expresión es uno de los valores más apreciados por todos los que nos dedicamos a la expresión pública en cualquier forma (periodismo, arte, cultura….). Sabemos que es un arma poderosa, sabemos que es un bien de la humanidad, y sabemos que si bajamos la guardia, hay quien está esperando para quitarnos la, como tantas otras libertades, más o menos conquistadas, en este mundo están en constante peligro de ser requisadas por quienes se creen con derecho de hacerlo.
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