…..Liencres.
hasta la madrugada del domingo delante del ordenador, volando hacia nuestro „Wolkenkuckucksheim“, haciendo números de puestas y apuestas de las que ya os contaré más adelante, filosofando sobre amortizaciones, balances, fianzas, y demás términos económicos; tan tarde se nos hizo que la mañana nos encontró con sueño y parcos en palabras; un compromiso ecologísta flotando en el aire y una llamada para buscar aliados; la conciencia aprieta y las ganas empujan. Las últimas se imponen y los filetes de pavo se envuelven en pan rallado; los huevos saltan de alegría en el agua hirviendo, el desayuno con olor a almuerzo y merienda a la vez; sacando polvo de la maravillosa mesa-mochilla danesa, aún están las servilletas verdes de la última excursión del año pasado; Salif, Manu, Simon; parada para comprar pan; el cielo cubierto pero en la playa hará sol; seguro; al salir del tercer túnel niebla; nuestra tripulación decidida a seguir; los otros dos coches no sabemos; seguro que también; AGUA en una chimenea grande, siempre me llama la atención por más que pase por ahí; agua, por si acaso; los sauces con hojas, los frutales con flor, manchas amarillas en las praderas; 800 metros 30 días por delante; hileras de casitas, La picota en verde oliva; nos pasamos del desvío, hace mucho que no vamos; bajamos a pie de playa; un atrevimiento propio de inicio de temporada; llegamos, corremos; es pura casualidad que lleve un pantalon al que se puede quitar el tercio de abajo; las botas cuelgan de los cordones; kneipp, digo y explico con pies azulados del frío las ventajas del wassertreten; luego toda la tarde los tendré calientes; kneipp; cien azules diferentes; la mala conciencia por el compromiso ecologísta no cumplido ha sido sustituida por la que me provoca el recuerdo al presupuesto para el curso de acuarelas que debería haber mandado….. ayer;
Esta parte de la playa de Liencres aún no la conocía. La inercia nos había llevado siempre hacia el otro lado, y siempre habíamos estado con marea alta, cuando el agua impedía pasar de un lado al otro. Un largo paseo. Viento y horizonte, y pequeñas bellezas en el camino….
Hasta que llegamos a una parte de esta lengua de tierra que divide el mar de la desembocadura del Pás. De repente cambia la imágen. Me recuerda a las fotogramas de la peli „The Road“ que vi hace poco. Apocalíptico en pequeño formato.
La verdad es que nunca he estado en invierno en este Parque Natural, supongo que la basura acumulada que había ahí se debe a….. ¿pués a qué se debe que el río o el mar, da igual qué agua, dulce o salada, traiga tanta mierda a la costa? Botellas de vidrio, ninguna con mensaje, plástico, más plástico, de todos los colores……
Lo que pasa es que una vez superada la indignación de un corazón ecologista que aún percibe el último eco de este compromiso roto, brota la curiosidad. Asi que en lugar de bordear este basurero inmenso de restos naturales y artificiales, penetro en él en busca de estos objetos casuales que tanto me gustan…..
Se me ocurre: ARTE ENTRE LAS DUNAS: un taller de limpieza de playa y recilaje en formato artístico. Estaría bien. El viernes intentaré acercarme para traerme un curioso tronco abrazaba-piedras…..
Una de estas maravilosas mezclas de sabores, texturas y olores: quiche de puerros, ensalada de rúcola, filetitos de pavo, queso de asturias, fuet, huevo duro, pepino holandes, tomate, pan de pipas, un poquito más de queso, pan, manzana, mandarina, perrunilla, nueces, pasas, dátiles, glühweintee y kräuterprinten…..